En presencia de un campo de tensión, en el interior del vidrio se producen variaciones locales de densidad (positivas en las zonas de compresión, negativas en las de tracción), que hacen que el material asuma características de birrefractancia; esto da origen a los efectos llamados de “fotoelasticidad”.
Observando el vidrio por medio de un polariscopio / polarímetro, es posible obtener una medida de como la muestra altera la polarización de la luz solar incidente en virtud de las tensiones residuales “congeladas” en su interior.
La medida es útil para evaluar el estado de tensiones del vidrio sometido a tratamientos de templado o a endurecimiento, o bien para identificar problemáticas de mala recocción, o incluso para comprender si el acoplamiento con otros vidrios o materiales diferentes del vidrio ha sido ejecutado en modo correcto, etc.
Para la ejecución de tales caracterizaciones la Estación Experimental del Vidrio está dotada de polariscopios manuales y de instrumental automático, en condiciones de efectuar un análisis computarizado de las imágenes fotoelásticas.