El código de ética representa la “Constitución” de nuestro Instituto, una carta de derechos y obligaciones que define la responsabilidad ético-social de cada participante de la organización.
El documento ha sido redactado para asegurar que los valores éticos en los cuales la SSV se inspira queden claramente definidos y constituyan la piedra fundamental de la cultura empresarial, así como un estándar de comportamiento de todos los empleados y de todos los colaboradores en el ejercicio de su respectiva actividad.
El código de ética tiene la función específica de favorecer y garantizar la justeza y la lealtad en la gestión de las transacciones y de las relaciones humanas tanto al interior como hacia afuera del Instituto. Los destinatarios son por lo tanto llamados al respeto de los valores y principios del código de ética y deben tutelar y preservar, a través de los propios comportamientos, la honorabilidad y la imagen de la SSV, así como la integridad de su patrimonio económico y humano.